Publicación: jueves 20 de noviembre de 2025

EFE

El milagro de Haití; la increíble historia de la clasificación al Mundial

La hazaña que ha marcado el Mundial 2026 antes de que ruede la pelota

Haití, un país sin estadio de fútbol, sin campeonato nacional durante varios años, sin competiciones interescolares e interjuveniles, logró clasificarse para la Copa del Mundo de 2026 en un contexto marcado por el terror de las bandas armadas que han destruido lo poco que quedaba en términos de vida deportiva en este país apasionado por el fútbol.

La selección haitiana de fútbol logró el martes su segunda clasificación a un mundial tras vencer a la de Nicaragua por 2-0 en la última jornada del Grupo C de las eliminatorias.

El equipo dirigido por el francés Sébastien Migné jugará la Copa del Mundo por segunda vez en su historia tras su única participación, en Alemania 1974, en la que quedó eliminada en la primera ronda.

Estas son algunas de las claves sobre la situación deportiva en este deprimido país, sumido desde hace años en una crisis multidimensional, agravada por la violencia impuesta por las bandas, que desde principios de 2022 ha dejado más de 16.000 muertos, de acuerdo con la información oficial.

Debido a la violencia de las bandas armadas, la práctica del fútbol está paralizada en la región de Puerto Príncipe, donde las escuelas de fútbol están cerradas y los campos de fútbol abandonados, imposibilitando el surgimiento de nuevos talentos.

Tras la clasificación al Mundial 2026, la tristeza se ha apoderado de los aficionados de fútbol por el hecho de no poder ver a sus jugadores después de la victoria, un acontecimiento para esta nación, que vio en ese partido "una segunda batalla", debido a que coincidió con la celebración del 222 aniversario de la batalla de Vertières, que definió la independencia de la isla de Francia.

Los grandes campeonatos, como los de Italia, España, Francia e Inglaterra, con sus grandes clubes y estrellas, son muy populares en Haití, y el brasileño Pelé y el argentino Maradona son verdaderas estrellas en esta nación, donde la fiebre por el fútbol ha provocado en los últimos años un auge de las empresas de apuestas deportivas.

Si el fútbol no existiera, los haitianos lo habrían inventado, ya que constituye una verdadera religión para un pueblo que debate sobre este deporte en los mercados, en el transporte público y en los centros de recreación.

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