Napoli consiguió reaccionar este domingo en el Diego Armando Maradona ante Milan que dejó escapar una ventaja de dos goles para reducir la brecha en la pelea por el título, ahora con Inter con siete puntos más, el conjunto napolitano de nuevo en puestos de Champions League a la espera del resultado del Fiorentina y Atalanta.

Nápoles, sin Osimhen ni Anguissa y con Rudi García en el punto de mira, incapaz de igualar el juego que su predecesor Luciano Spalletti lució en la Serie A, volvieron a sufrir ante un Milan que tuvo que recomponerse en el centro de la zaga con urgencia, pues la expulsión de Thiaw en la pasada jornada dio paso a Kalulu, que se lesionó en el minuto 20 y que obligó a Pioli a hacer debutar a Pellegrino en un examen de gran nivel que no pudo terminar, también por molestias.

No tuvo el joven central que exigirse en una primera mitad dominada por los suyos y que lideró un Giroud que se reencontró con el gol tras ocho partidos seguidos sin ver puerta, criticado por su juego en una Liga de Campeones en la que Milan no despega y cuestionado por sus cifras en este inicio en el que su partido más relevante.

Pero no se desesperó el francés en ningún momento de la temporada y respondió a la confianza de Pioli en el mejor escenario posible, ante un Nápoles que intentó acercarse a los puestos de privilegio pero que cedió ante el gigante galo dentro del área, en su territorio. Y es que, por partida doble, le ganó la posición a un desacertado Rrahmani para hacer dos goles casi calcados en paenas nueve minutos, dos testarazos que no pudo detener Meret y que encarrilaron la victoria milanista antes del descanso.

Señaló Rudi García en el descanso a Rrahmani, en la foto de los dos goles, y a Mario Rui y Elmas, a los que dejó en banquillo para dar entrada a Ostigaard, Olivera y Simeone, en busca de una reacción que llegó en botas de Politano que se inventó un golazo nada más salir de vestuarios para abrir un partido que parecía sentenciado.

El tanto descolocó al Milan y quedó a merced de los 'partenopeos', que aupados por todo el Maradona se sintieron todo lo superiores que no fueron en la primera mitad, confiaron en su juego, empujaron y hundieron a un Milan que fue a menos y que vio cómo Raspadori clavó la falta desde la frontal para empatar el partido y desatar la locura en la ciudad del Vesubio en menos de 15 minutos.

Nápoles logró reaccionar a tiempo para evitar descolgarse por completo de la lucha por las primeras plazas y evitó que el Milan ascendiera a la segunda posición.