El 2025 de Stefon Diggs comenzó de la misma manera que terminó el 2024: en recuperación y rehabilitación tras una cirugía de ligamento cruzado anterior (LCA).

Todo cambió drásticamente cuando firmó un contrato de tres años y 69 millones de dólares con los Patriots a principios de esta semana. Diggs tiene un nuevo quarterback y una nueva ofensiva que aprender, además de un entorno completamente nuevo con un equipo que terminó entre los peores de la NFL en 2024.

Sus nuevas posiciones son muy diferentes a las que utilizó durante la mayor parte de su carrera, compitiendo por un puesto en la postemporada y más con Minnesota, Buffalo y Houston. Pero Diggs ve una oportunidad con los Patriots en parte por quién se alineará como quarterback.

"Estoy emocionado. Tengo muchas ganas", dijo Diggs el viernes sobre jugar con el prometedor quarterbak Drake Maye. Es una locura porque, cuando preguntas, tiene muchas similitudes... Bueno, dicen por ahí que se parece mucho a Josh (Allen). Ese era mi candidato, así que estoy deseando conocerlo y conectar con él.

Diggs se une a una franquicia que pasó la mayor parte del siglo XXI entre las mejores de la NFL. Cuando la gente buscaba una organización modelo, apuntaban a Nueva Inglaterra, pero después de dos temporadas consecutivas con un récord de 4-13 y dos cambios de entrenador, los Patriots ahora son prácticamente una idea de último momento.

Diggs es quizá la incorporación más notable, incluso considerando que regresa de una lesión de rodilla. También sabe lo que es jugar en Nueva Inglaterra, tras haber jugado para sus rivales de la AFC Este, los Bills, durante cuatro años.