Gene Hackman, un entrañable entrenador en películas deportivas

Aproximadamente a los 10 minutos de la película del año 2000 "The Replacements", el personaje de Gene Hackman le pregunta al decadente quarterback de Keanu Reeves, Shane Falco, si sabe quién es.

"Eres ese viejo entrenador de los años 80", dice Falco.

Hackman, quien murió el jueves a los 95 años, no había actuado en los últimos 20 años, pero su fallecimiento trajo gratos recuerdos a generaciones de cinéfilos de décadas de papeles memorables y personajes adorables, sobre todo en cintas deportivas.

Es imposible resumir su carrera en unas pocas películas, pero los fanáticos de los deportes pensarán en dos, y especialmente en el inteligente guiño de Falco al clásico de 1986 "Hoosiers", que tenía a Hackman como Norman Dale, un entrenador de high school ficticio en la Indiana de los años cincuenta.

Si "The Replacements" tiene seguidores de culto por uno de los últimos papeles actorales de Hackman, "Hoosiers" es uno de los más icónicos. Ambos personajes son entrenadores sin trabajo y sin suerte que llevan a equipos desvalidos a un éxito cinematográfico predecible, aunque "Hoosiers" es un poco más sutil al desarrollar su historia.

Hackman era convincente en todos los sentidos: policía, abogado, vaquero, soldado, héroes y villanos por igual, pero siempre le pareció adecuado interpretar a un entrenador. Ya en 1969, cuando aún no tenía 40 años, interpretó al entrenador de esquí de Robert Redford en "Downhill Racer", transmitiendo siempre dureza, autoridad y respeto y, por supuesto, una gran citabilidad.

"Mi equipo está en la cancha", le dice el entrenador Dale al árbitro que espera que reemplace a un jugador que fue eliminado por faltas en el primer juego del equipo. Dale fue implacable en su deseo de que su equipo pasara el balón al menos cuatro veces antes de disparar y demostró su punto al optar por terminar el juego con pocas personas.

Hoosiers" se desarrolló hace 35 años, pero estaba muy adelantado a su tiempo. Aprendimos sobre padres entrometidos y refuerzos, el miedo a que la vida de un atleta de secundaria alcance su punto máximo a los 17 años y montajes musicales rápidos del progreso constante de un equipo.