La violencia se ha propagado entre la afición mexicana en los diferentes estadios; parece casi una epidemia en las últimas tres semanas.

Desde mediados de septiembre en Filadelfia, pasando por el Alfonso Lastras y hasta en juegos de beisbol, el público ha dado la nota negativa por su comportamiento violento o discriminatorio, tal como sucedió en el Estadio Azteca con el grito prohibido, que sonó con mucha fuerza.

Hagamos la vergonzosa recapitulación:

15 de septiembre, Subaru Park:

En Filadelfia, un grupo de individuos vestidos con camisetas del América se enfrentaron en un restaurante, dejando a una persona muerta y varios heridos.

29 de septiembre, Alfonso Lastras:

Peleas dentro y fuera del estadio entre aficionados de San Luis y Tigres; se escucharon detonaciones a las afueras del inmueble, producto de los cohetones lanzados por los rijosos.

3 de octubre, Estadio Azteca:

Aficionados de Pumas lanzaron un petardo hacia los jugadores de su propio equipo, protagonizaron una pelea con los seguidores del América y hubo enfrentamientos con la policía en el inmueble.

7 de octubre, Pay Pal Park:

Un aficionado de Cruz Azul invadió la cancha para golpear con el puño a un jugador de San José Earthquakes. Después del partido todavía se reportó un tiroteo.

7 de octubre, Estadio de Béisbol Monterrey:

Brutal campal entre aficionados para el partido entre Sultanes de Monterrey y los Charros de Jalisco. Varias personas terminaron en el suelo y recibiendo patadas.

7 de octubre, Estadio Azteca:

El grito prohibido, que le genera multas y vetos al futbol mexicano, volvió a escucharse en el duelo entre el Tri y Canadá, incluso el juego tuvo que suspenderse por unos minutos.