Por Enrique Gómez
Universidad es el responsable de terminar lo que comenzó hace tres meses
El proyecto de Santiago Solari al frente de América empezó a morir en un clásico capitalino y tres meses después, son los mismos Pumas los elegidos para liquidarlo.
El ultimátum al entrenador argentino no es oficial, pero diversas fuentes coinciden en que, si pierde ante Universidad, el fracaso estará consumado: habrá que cortar al estratega, pagar una fuerte indemnización, colocar un interino y resignarse a que la apuesta falló por completo.
Y lo curioso es que el club que empezó a derrumbar el ‘solarismo’ en los cuartos de final del torneo pasado será el responsable de terminar de derribarlo, a menos que suceda un milagro.
Pero ¿qué pasó con el equipo que ganó más puntos que nadie en 2021?
En el primer torneo de Solari al frente, el Clausura 2021, América finalizó en segundo 38 puntos y cuando se esperaba una Liguilla épica, cayó a la primera contra un Pachuca que venía de reclasificación. Se excuso al entrenador por ser su primera vez en la tropicosa Liguilla, pero cuando al siguiente torneo el equipo que cerró de líder volvió a irse a la primera, algo se rompió.
Las Águilas que dominaron todo ese torneo regular (35 puntos) fueron humilladas por su rival más odiado: derrota 3-1 en el Estadio Azteca y una sensación de que todo el esfuerzo en 17 fechas no sirvió de nada.
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El desgarre que sufrió América al caer en los cuartos de final ante unos Pumas que avanzaron de ‘panzazo’ a la reclasificación, abrió una herida dentro del equipo, una que no se veía, pero que todos sabían que existía, una que no pudo sanar y que fue contaminando diferentes áreas del club.
El equipo ya no se levantó para 2022 y de hecho está firmando su peor inicio en la historia de los torneos cortos. Tras dos derrotas seguidas, a Solari le dieron una semana más de plazo, quizá solo para hacer más dramático su final con las Águilas y batirse contra el verdugo que empezó a hacer el trabajo.
Pero ¿y si América gana? Nadie está listo para asimilar esa posibilidad. Quizá ni la directiva.
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