Por Enrique Gómez
"Cerramos debate, no hay mexicanos de primera ni de segunda", dijo la FEMEXFUT
Ondeando la bandera de la igualdad y la legalidad, la Federación Mexicana de Futbol justificó de una vez por todas la convocatoria de Julián Quiñones y de cualquier futbolista naturalizado en el futuro.
Después de adelantar la inclusión del delantero nacido en Colombia hace 26 años en la lista de convocados hacia los cuartos de final de la Liga de Naciones de CONCACAF ante Honduras, la Federación envió un comunicado para fijar su postura y “concluir el debate” respecto a los futbolistas naturalizados.
Y es que, aunque la nacionalización de Quiñones fue más por iniciativa de la Selección Mexicana que por una convicción del jugador y claramente el Tri busca aprovechar el buen nivel del delantero del América y sus características poco habituales en jugadores ‘aztecas’ por nacimiento, eso no lo hace menos mexicano, por lo que tendrá las mismas oportunidades y obligaciones que sus compañeros, ni más ni menos.
Así lo comunicó la Federación Mexicana de Futbol tras celebrar el primer llamado de Quiñones:
En la Federación Mexicana de Futbol queremos dejar clara, una vez más, nuestra postura respecto al tema de la participación de mexicanos naturalizados en las Selecciones Nacionales de México.
El artículo 30 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce dos formas de contar con la nacionalidad mexicana: por NACIMIENTO o por NATURALIZACIÓN.
En temas relacionados con derechos u obligaciones, la Constitución no hace distinción entre unos y otros, salvo por cargos de elección popular.
No existen los “mexicanos de primera”, ni los “mexicanos de segunda”. Todos somos MEXICANOS.
Por lo tanto, cualquier jugador o jugadora con nacionalidad mexicana, con el nivel futbolístico y el deseo de representar a México podrá ser considerado para participar en las Selecciones Nacionales de nuestro país.
¿Entonces los naturalizados ya no tienen que mostrar un nivel superlativo para ser llamados? Se habla de igualdad, pero es difícil pensar que si Quiñones baja su nivel, no rinde en sus primeros partidos con el Tri o se convoca a otro naturalizado, goce de la misma paciencia que los nacidos en México, tal como le sucedió a Rogelio Funes Mori.