Por Héctor Cantú
El equipo de la Sultana no estuvo a la altura del compromiso
Rayados de Monterrey ha vuelto a perder una final por no saber adaptarse a las necesidades en un partido decisivo por el título.
El equipo comandado por Martín Demichelis pagó muy caro el haber cedido la iniciativa a su rival, las Águilas del América, que terminó quedándose con el tricampeonato.
De los 180 minutos que duró la eliminatoria, Rayados solo apareció en los 20 minutos finales, cuando la necesidad de remontar el marcador ya estaba sobre su espalda y con el tiempo en contra.
Y de toda la plantilla hubo varios futbolistas que quedaron reprobados por su mal accionar en este encuentro.
El primero de ellos fue el técnico Demichelis, quien se guardó los cambios y no supo ajustar en el momento adecuado para recuperar el mediocampo que le perteneció al América por gran parte de la eliminatoria.
Érick Aguirre fue otro de los futbolistas que quedó a deber en el partido decisivo. Aguirre quien salió de cambio, solo ganó uno de los cuatro duelos que tuvo sobre la cancha y apenas completó 33 pases correctos. Perdió en ocho ocasiones la pelota y nunca tuvo la profundidad necesaria para nutrir de balones aéreos a Brandon Vásquez.
Justamente, el exjugador de la MLS, también quedó reprobado sobre el campo. Sin balones, poco pudo hacer para generar peligro en el arco de Luis Malagón.Brandon realizó tres disparos al arco y se perdió una oportunidad clara que, de haber marcado, hubiera mandado el partido a la decisión en tiempos extra.
El otro futbolista que tampoco estuvo a la altura de las circunstancias fue Oliver Torres. Uno de los puntales del equipo en partidos pasados apenas consiguió 18 pases correctos; perdió la pelota en 15 ocasiones y no logró un solo disparo al arco, números con los que redondeó uno de sus peores partidos de la temporada.
Así, Rayados perdió su tercera final en casa en los últimos años, demostrando que como local le cuesta mucho trabajo alzarse con el título.