El Clásico Joven entre América y Cruz Azul quedó a deber. Los dos equipos se negaron a mostrar sus verdaderas armas en un ensayo de lo que podría ser una eventual final.

Salomónico resultado. Un empate entre el superlíder y su más cercano perseguidor que deja la clasificación sin movimientos, sin sorpresas y probablemente se quedará así hasta el final del torneo.

No fue una feria de goles, como se llegó a especular. Tampoco fue un partido de un futbol estratosférico. Más bien, resultó en un duelo de estrategias donde ninguno de los dos técnicos quiso aniquilar a su rival y por el contrario, mostraron un respeto mutuo que dejó un equilibrio dentro del terreno de juego.

Por América, fallaron jugadores clave a la ofensiva y por Cruz Azul no hubo claridad para atacar a su rival y se conformaron con un penal en la recta final del encuentro para sentenciar el empate.

Lo que es cierto, es que en Liguilla, si se vuelven a enfrentar, se verá un partido totalmente diferente, donde no habrá lugar para guardarse absolutamente nada, mucho menos desde la condición de La Máquina que enfrentará la fase final del torneo con el deseo preciso de poder ser campeón del futbol mexicano.

América, que apunta a quedar en el primer o segundo lugar, tendrá dos duelos complicados para el cierre del campeonato: Primero enfrentará a Toluca y cerrará ante Pumas en otro clásico de la Ciudad de México.

Por su parte, el equipo de Reynoso, que anhela quedarse en esa primera posición, se enfrentará a San Luis, uno de los coleros del campeonato y a Xolos de Tijuana, que en la siguiente jornada estrenará técnico con el nombre de Robert Dante Siboldi.