Por Héctor Cantú
El jugador terminó por sentirse abrumado en el Rebaño Sagrado
Uriel Antuna se ha convertido en uno de los futbolistas con más ritmo y buen desempeño de Cruz Azul en lo que va del torneo. El buen momento que vive como cementero ha hecho olvidar contrasta totalmente con los momentos que vivió con Chivas, donde la llama del futbolista se fue apagando.
Con la Selección Mexicana Olímpica que consiguió el Bronce en Tokio 2022 tuvo chispazos que demostraron que su condición de decadencia no era en el plano futbolístico. Todo apuntaba más a lo emocional, situación que quedó refrendada con los llamados de Gerardo 'Tata' Martino al combinado absoluto mexicano.
“Yo también pensaba que era momento de un cambio. No me sentía cómodo futbolísticamente y tampoco con confianza y a final de cuentas trabajé y viví muy presionado. Siempre estuve a decidión del club”, detalló en entrevista para Fox Sports Radio.
Ahora, enfundado en otra casaca, esta teoría ha quedado demostrada en la misma voz del futbolista, quien aceptó que su caída se debió a que ya no estaba a gusto en El Rebaño Sagrado.
En Cruz Azul, Uriel ha vivido un revulsivo donde ha jugado 16 partidos y ha colaborado con cuatro goles y cuatro asistencias, números que hacen pensar que a largo plazo superará lo hecho en el cuadro tapatío donde en 64 juegos solo sumó 6 tantos y 9 asistencias.
El jugador, que apunta a ser parte del proyecto mundialista de Qatar 2022, tendrá una importante tarea por escribir en las semifinales de la CONCACAF Liga de Campeones, donde es una pieza inamovible de Juan Reynoso, quien buscará avanzar al partido definitivo por el título a costa de Pumas.