Pumas está lejos de sacudirse esa etiqueta de ‘hijo’ deportivo que el América se ha encargado de colocarle en el pecho después de la última derrota sufrida ante el Ave por 2-0 en el torneo Apertura 2021.

Ahora, los números son descomunales a favor de los azulcremas. Luego de su última derrota llegaron a cinco partidos al hilo sin perder ante uno de sus acérrimos rivales y dejó la hegemonía a su favor después de solo haber sufrido un descalabro en los últimos 10 partidos.

Lo preocupante es que no se ve alguna manera en la que los Pumas puedan sacudirse esta malaria. El equipo, además de tener serias carencias futbolísticas, tampoco tiene corazón, algo que debería ser innegociable para cada uno de los jugadores que están bajo las órdenes de Andrés Lillini.

Y a pesar de los números. A pesar de que Pumas es uno de los sotaneros del torneo y, a pesar de que prácticamente las ilusiones de poder pelear por el título se han desdibujado para los felinos, el estratega argentino mantiene la esperanza en su plantilla.

Pumas, que ha perdido cinco partidos en el presente certamen, sigue sin poder ganar en calidad de visitante, condición que lo tiene en el penúltimo sitio de la tabla general. Las 8 unidades son una muestra fiel de que este equipo, llamado grande, está muy lejos de seguir rugiendo en la mesa de los equipos top de la Liga MX.

Ahora se viene un parón por la fecha FIFA, donde Pumas deberá trabajar a marchas forzadas para reinventarse de cara al cierre del campeonato donde se enfrentará a FC Juárez, León, Xolos, Pachuca y Cruz Azul, un calendario que si bien luce complicado, también tiene aromas de ser asequible para mejorar su posición en la tabla y limpiar un poco, la imagen tan deplorable que han entregado en el presente torneo.