LA LIGA

Javier Aguirre sabe que los grandes equipos y los títulos quizá no son lo suyo

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Por Enrique Gómez

"Para que haya un Guardiola, un Klopp, tiene que haber un tronco", admitió el 'Vasco'

Podrá ser el entrenador mexicano más conocido en el mundo, pero Javier Aguirre conoce sus alcances y reconoce que quizá los equipos grandes y los campeonatos no son lo suyo.

Pero por ahora se puede anotar un gran éxito: salvar al Mallorca en La Liga de España.

Tal vez su fuerte se limite a hacer reaccionar a los equipos que sufren, esa es su zona de confort y aunque quizá nunca salga de ahí, agradece seguir teniendo trabajo.

“Ayer Jorge Valdano me hacia una entrevista y me que me movía yo como pez en el agua en esa zona, que se me notaba tranquilo, y le decía que para que haya un Guardiola, un Klopp, tienen que haber recuperadores de balón, un tronco, un contención que sabe dar patadas”, comentó el ‘Vasco’, quien se siente más afín a la presión máxima por evitar descender que a la ambición de buscar títulos.

“A lo mejor de repente el medio, el entorno, no termino de comprenderlo, o estoy más cómodo en un lado que en otro; no lo sé, también es cierto que no soy monedita de oro. Yo tengo un perfil, así llegue a Pachuca, así corregí al Atlante; es cierto que Atlético de Madrid y Monterrey aspiraban a cualquier cosa menos al descenso, pero mientras tenga trabajo, aquí estoy”, agregó el entrenador.

Aguirre, despedido de Rayados (la plantilla más valiosa de la Liga MX) en febrero, tomó al Mallorca en marzo cuando el equipo se había adentrado en los últimos tres lugares de La Liga, es decir, zona de descenso. Ahí, el 'Vasco' comenzó a hacer su magia y a pelear los puntos con los dientes hasta que el equipo logró la salvación, misma que se festejó a lo grande y que provocó una bien merecida resaca.

“Nos fuimos a un antro, yo me quería ir a dormir, pero no me dejaron los jugadores, entonces alegre el indio y le das maracas, empezamos con cerveza, seguimos con gin y acabamos con whiskey. Al día siguiente no me podía parar, tenía junta con el dueño y no me salía bien el inglés”, aseguró.

En solo unos meses, Aguirre pasó del fracaso en Rayados a ser héroe en Mallorca. Claramente su nicho está en España, en los calvarios, así se define su carrera y está orgulloso de eso.

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