Álex Palou hizo historia para España. El piloto de Chip Ganassi aguantó hasta las últimas vueltas, tomó la primera posición y con base en una gran estrategia en los neumáticos se adjudicó las 500 millas de Indianápolis, para de esa forma convertirse en el primer piloto de su país en conseguirlo.

Se trató de una carrera por demás accidentada, con drama desde antes del inicio, cuando en las vueltas de reconocimiento, tanto Scott McLaughlin como Kyle Larson quedaron fuera de la carrera por protagonizar accidentes.

Esto se sumó a un retraso de casi una hora debido a la lluvia, pero la espera valió la pena pues a pesar de las múltiples banderas amarillas, la batalla por la punta fue dura entre Álex Palou y Marcus Ericcson, quien quedó a 0.6 segundos del español. En tercero quedó David Malucas y en cuarto el mexicano Pato O'Ward, quien quedó a deber un poco.

Palou suma cinco victorias de 6 disputadas en la presente temporada de IndyCar, es el tricampeón de la categoría y otra de sus primeras veces es haber logrado por fin imponerse en un óvalo.

Después de cruzar la meta, Palou cumplió con el protocolo de los ganadores: tomó la botella de leche que compartió con su padre y se dirigió al histórico 'brickyard' para besar la línea de ladrillos que había cruzado minutos antes.