Por Héctor Cantú
Las voces críticas hacia el evento de la FIFA son numerosas
La gala de The Best dejó, en general un sabor amargo, alimentado en gran medida por la sorpresiva victoria de Lionel Messi en las votaciones finales.
Fue una noche deslucida que deja mal parada a la FIFA en su entrega de premios. No agradó del todo la alfombra verde que estuvo, a diferencia de otros años, carente de grandes figuras. Tampoco gustó en la generalidad el espectáculo y mucho menos los resultados.
Lionel Messi apareció en la terna final al premio al mejor jugador del 2023 como el menos favorito y terminó con la estatuilla en su poder. Las votaciones de los capitanes de las selecciones fueron el criterio de desempate para dejar a Erling Haaland sin el premio que tanto ha merecido.
Contradicciones al por mayor en el evento que el máximo organismo rector del futbol mundial ha intentado meter con calzador desde que se separó del Ballon D’Or en el que intenta premiar a los mejores del deporte en un año calendario.
Fue tan intrascendente el evento, que ninguno de los tres jugadores nominados al premio estuvo presente en la gala. Al final, Thierry Henry, conductor del evento, no sabía a quien entregarle la estatuilla mientras las imágenes de televisión mostraban rostros de incredulidad por el resultado.
Para los tertulianos de El Chiringuito, el premio es un asalto a la razón considerando que Lionel Messi tuvo un año 2023 mediano en el que pasó de la Ligue 1 a la MLS y en donde, a pesar de consagrarse en la Leagues Cup, no pudo llevar al Inter Miami a los playoffs.
Al final, la crítica más dura que ha recibido el evento del The Best, apunta a que ha sido un despropósito total que le ha hecho mucho daño al futbol.