La carrera de Sergio Kun Agüero llegó al final a sus 33 años de edad y con mucho futbol aún acumulado en los pies.

El destino y los caprichos de la vida quisieron que un problema cardiaco truncara su sueño de brillar en el Barcelona y ayudar al equipo a salir de la crisis en la que está sumido. Sergio tenía la calidad y el liderazgo para ser una pieza clave en el esquema de Xavi Hernández.

Fueron 379 goles los que consiguió a lo largo de su carrera. Un número que lo encumbra como uno de los mejores anotadores argentinos de la historia y uno de los artilleros más constantes en la Premier League.

Desde el primer momento se veía que Sergio sería un jugador diferente. Había algo de los grandes íconos del futbol argentino en él. Muestra clara, su primer gol con Club Atlético Independiente donde dejó atisbos de que otro mago, como Diego Armando Maradona, estaba por surgir.

Aquel fue el primero de los 18 tantos que conseguiría con el cuadro argentino antes de dar el salto a Europa para ser cobijado por el Atlético de Madrid, sitio en el que encontró la madurez futbolística antes de llegar a la Premier League, donde marcaría 260 goles, muchos de ellos de alta manufactura.

Un goleador como Agüero no podía irse en blanco de su última oportunidad. Como una jugarreta más del destino, Sergio marcaría su único gol con el Barcelona en el Clásico ante el Real Madrid sin saber que ese sería el último gol de su carrera. Hasta el último suspiro, quedó plasmado el sello de la grandeza del Kun.