La jornada de los partidos de ida de los cuartos de final de la Europa League estuvo manchada por la decisión del Slavia Praga de no arrodillarse como protesta contra el racismo.

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Antes de que arrancara su partido frente al Arsenal, los jugadores ingleses, como hacen los clubes de la Premier League y el cuerpo arbitral, desde la muerte de George Floyd, pusieron una rodilla en el suelo a manera de rechazo contra este tipo de actos.

Las imágenes revelan a un equipo visitante negado a solidarizarse con este hecho, por lo que ha sido criticado en redes sociales y que, según medios ingleses, podría obedecer a un reclamo por la suspensión que la UEFA impuso a Ondrej Kundela,  quien es acusado de haber agredido verbalmente, con insultos racista, a Glen Kamara, jugador del Glasgow Rangers.

Slavia Praga rescató un empate en el Emirates, con gol de Tomás Holes, en el tiempo agregado. Este tanto le permite afrontar el juego de vuelta con una ligera ventaja.