La Roma logró rescatar una victoria de manera agónica ante el Athletic Club de Bilbao en el juego de ida de los octavos de final de la Europa League.

El equipo italiano, que nunca dejó de luchar y que se vio beneficiado por la superioridad numérica en los últimos minutos de juego, logró asestar un golpe agónico que les permitirá enfrentar el duelo de vuelta con mucho más tranquilidad.

Empate de locura entre Roma y Milan en la Serie A

Fue un partido que pasó de la medianía a las altas emociones. Un primer tiempo donde ambos equipos prefirieron estudiar al rival que apostar a dar el golpe certero.

Pero las condiciones cambiaron en la segunda mitad, en parte por el gol conseguido por Iñaki Williams, mismo que hizo reaccionar a los pupilos de Ranieri que de inmediato contestaron al gol.

Pasaron apenas 10 minutos cuando los romanos alcanzaron el gol que emparejó los cartones por conducto de José Esmoris.

Con la paridad en el tanteador, las cosas volvieron a situarse en un toma y daca de poco arriesgue, sobre todo de parte del equipo español a sabiendas que definirán la eliminatoria en casa.

Y cuando todo indicaba que el empate terminaría por ser el resultado final del cotejo, llegó la jugada que lo cambió todo. A cinco minutos del final, Yeray Álvarez fue enviado a las regaderas dejando en inferioridad al Athletic.

Fue allí cuando la Roma entendió que tenía todos los argumentos para salir con la victoria y presionó para encontrar el gol del desempate.

Así, en el tiempo de compensación, apareció Eldor Shomurodov para poner el 2-1 que terminó por ser definitivo.