Por Héctor Cantú
El noruego no pudo mostrar su poderío en la casa del Real Madrid
El Manchester City salió vivo del Santiago Bernabéu luego de que rescatara un empate (1-1) en el juego de ida de las semifinales de la UEFA Champions League ante el Real Madrid.
El tanto de la paridad, obra de Kevin de Bruyne, llegó justo en el momento en el que los merengues dominaban el partido. Fu un disparo letal, de fuera del área al que no pudo llegar Thibaut Courtois quien nuevamente volvió a convertirse en uno de los héroes del Madrid.
Quien no tuvo una noche tan lúcida fue el delantero noruego Erling Haaland, quien estuvo custodiado por Antonio Rüdiger.
El máximo goleador en la presente campaña de la Champions League solo logró hacer dos disparos al arco en el partido, ninguno con dirección a puerta, una cifra que realmente refleja lo complicado que fue superar al defensa alemán.
Haaland, quien jugó los 90 minutos prácticamente de espaldas al arco, tampoco estuvo tan acertado a la hora de combinarse con sus compañeros. Solo consiguió 9 pases correctos de los 12 que intentó durante todo el partido. Cifras que están por debajo de lo que nos tiene acostumbrados el goleador del City.
Fue tan pegajosa y efectiva la marca de Rüdiger, que Haaland perdió en cinco ocasiones la pelota, poniéndolo contra la pared en un partido donde él estaba llamado a ser el referente goleador del equipo celeste.
Erling Haaland así ha cumplido su segundo choque contra los madrileños, equipo al que, por ahora no le ha podido marcar gol. La semana siguiente tendrá una posible revancha.