Su peculiar maquillaje se convirtió en un sello inconfundible, además de sus batallas con iconos de la talla de Hulk Hogan y The Undertaker. Era The Ultimate Warrior, toda la pasión con maquillaje.

Sus entradas corriendo, sus golpes impresionantes, su gran musculatura y el impresionante carisma de su personaje, hicieron de James Brian Hellwig un miembro inamovible del Salón de la Fama de WWE.

Aquí recordamos los grandes momentos de uno de los grandes del entretenimiento deportivo, una figura inolvidable, cuyo legado trascendió y hoy por hoy muchos siguen imitando.