Todo pintaba para que la noche de Devin Booker  y sus 42 puntos derivaría en una victoria contundente de los Phoenix Suns, pero justamente cuando parecía que los visitantes se llevaban el encuentro, vino una remontada épica por parte de los Milwaukee Bucks, que ganaron 109-103 y empataron 2-2 las Finales de la NBA.

Quizá en esta ocasión Giannis Antetokounmpo no fue la máquina ofensiva a la que tenía acostumbrados a sus seguidores, pero defensivamente se consolidó y tuvo dos jugadas casi al final que le devolvieron el balón a su equipo y fueron claves para la victoria.

Booker jugó los últimos minutos con el temor de ser descalificado por faltas, por lo que sus tres cuartos mágicos quedaron como una anécdota, además de que Chris Paul tuvo un juego por demás intermitente con tan solo 10 puntos y 4 rebotes.

Milwaukee creció y estiró el hilo hasta que se rompió, la serie se igualó