Karla Villegas Gama
El futbol ahora le pertenece a Estados Unidos
Tres de los torneos de mayor abolengo se disputarán en aquel país entre 2024 y 2026.
Estados Unidos es una nación relativamente joven en el futbol. Ha participado en 11 Mundiales, la fundación de la Major League Soccer data de 1993 y, aun así, hoy no solo es el amo y señor de CONCACAF, además, albergará la Copa América, el Mundial de Clubes y la Copa del Mundo en un lapso de tres años.
Parece inverosímil que una nación que estuvo borrada del mapa futbolístico por más de 40 décadas y cuyo máximo logro había sido tener a Pelé en el New York Cosmos (1957-1977) de la North American Soccer League hoy esté a punto de recibir a los selecciones y clubes más poderosos del mundo.
Pero la realidad es que no estamos ante una casualidad; su éxito en el balompié radica en 30 años de trabajo.
La selección nacional
Haber sido sede de la Copa del Mundo en 1994 fue la punta de lanza para que el futbol comenzara a acaparar algunos reflectores.
En la década de los 90, Bora Milutinovic fue el encargado de revolucionar al cuadro nacional y no defraudó, pues además de ganar la Copa Oro en 1991, llevó al equipo a superar la fase de grupos del Mundial, algo que no se conseguía desde Uruguay 1930.
En el plano financiero, el Mundial de 1994 se convirtió en el más exitoso hasta ese momento y rompió récords de asistencia, de hecho, el promedio máximo de espectadores sigue perteneciéndole a esa edición, con 68,991.
Después vino Bruce Arena, quien consiguió dos Copas Oro, el cuarto lugar del ranking de la FIFA (abril 2006) y la clasificación a cuartos de final en Corea-Japón 2002, algo que hasta ese momento ninguna selección de CONCACAF había logrado. Y, por supuesto, fue en su mandato que nació el ‘Dos a Cero’.
El siguiente en la línea fue Bob Bradley que, si bien vivió algunos altibajos, ganó la Copa Oro 2007 y consiguió el segundo lugar en la Copa Confederaciones 2009, eliminando a España en semifinales, en ese entonces la mejor escuadra del mundo.
En Sudáfrica 2010 llegó a octavos de final, tras terminar primero del Grupo C, por encima de Inglaterra, Eslovenia y Argelia. Además, lo hizo con un cuadro que incluía a 17 futbolistas que iniciaron su carrera en Estados Unidos y posteriormente partieron a Europa.
En 2011 llegó Jurgen Klinsmann, el primer extranjero desde la época de Milutinovic. No fue fácil para el alemán, quien consiguió una Copa Oro, en 2015, y la clasificación a Brasil 2014 como líder del hexagonal. Sin embargo, en las clasificatorias para Rusia 2018 fue cesado por los malos resultados. Arena volvió, pero no pudo enderezar el barco y por primera vez desde 1986, Estados Unidos quedó eliminado del Mundial.
La resurrección llegó con Gregg Berhalter, quien había dirigido en la MLS y conocía bien a los jugadores nacionales; eventualmente, los llevó ganar la Copa Oro 2021 y al Mundial de 2022.
La liga local
En 1996, con apenas 10 equipos, la MLS vio la luz del día. En su primera temporada gozó con un promedio de asistencia de 17,406 espectadores. Además, impuso los shoot-outs, que no se usaban en ningún otro torneo en el mundo, y la división por conferencias, como en el resto de las ligas estadounidenses.
El crecimiento fue lento, había pocos aficionados y el uso de estadios de otras disciplinas hacía difícil el sentido de pertenencia.
Fue hasta 2002 que se realizaron algunas modificaciones, como adoptar las reglas de la International Football Association Board. Con el correr de los años el trabajo con jóvenes comenzó a cobrar importancia y las franquicias crearon sus propias canteras.
Además, los equipos construyeron sus estadios, la liga creó la figura de Jugador Designado para atraer talento del extranjero y, con ello, comenzó la llegada de figuras de primer nivel, como David Beckham, David Villa, Andrea Pirlo, Kaká, entre otros.
Poco a poco la MLS cobró fuerza e interés a lo largo y ancho del país, dando paso a la expansión. Actualmente, cuenta con 29 equipos, 26 en Estados Unidos y tres en Canadá.
En su afán por crecer, ha realizado alianzas con la Liga MX, y su apuesta más fuerte es la Leagues Cup, un torneo de tres semanas en el que se enfrentarán todos los clubes pertenecientes a ambas ligas.
¿En dónde está la casualidad?
El crecimiento del futbol en Estados Unidos es tangible, se palpa.
La selección nacional tiene un proyecto fundamentado, siempre. Con técnicos locales (en su mayoría) que conocen la idiosincrasia del jugador y que buscan potenciar sus valores, no solo a nivel personal, sino grupal. Y que, además, apelan al nacionalismo y espíritu de lucha.
La liga busca que sus futbolistas aporten. Se acabaron los días donde las grandes figuras llegaban para retirarse y a dejar destellos de sus mejores días. Hoy, el equipo con mayor promedio de edad en su plantel es Nashville SC, con 29.1 años; el menor es New York Red Bulls, con 23.7.
En los últimos cinco años ha habido un incremento del 20% en jugadores locales.
Además, la MLS ha realizado convenios con diversos equipos europeos para que sus futbolistas puedan probarse y buscar un lugar en el ‘Viejo Continente’.
Los precios que ponen a sus futbolistas son asequibles, con la finalidad de que salgan del país y terminen de formarse del otro lado del Atlántico, no importa que lo hagan con equipos de media tabla, al final, se entiende que la competencia y desarrollo que se gana en Europa es invaluable.
La gran apuesta de Estados Unidos es, por supuesto, el Mundial de 2026, en el que esperan dar la gran campanada, y con tres años por delante, la idea no parece del todo descabellada.
LO MÁS VISTO
ADVERTISEMENT