Los Boston Red Sox se colocaron en su lugar feliz como ofensiva en un Juego 2 crucial de la Serie Divisional de la Liga Americana el viernes por la noche en el Tropicana Field  al ganar 14-6 y empatar 1-1.

Los de Boston mandaron batazos hasta lugares que ni los defensores de los Rays bien alineados pudieron rastrear, fue una feria de hits que los de Tampa sufrieron bastante.

Ese tipo de hits no se  pueden atrapar cuando se golpean contra la pared, y eso es lo que los acelerados maderos de Boston, inspirados en el regreso del bateador estrella JD Martínez, hicieron repetidamente con una fiesta de lanzamiento.

Los Sox conectaron cinco home runs para establecer un récord del club en la postemporada, y el más grande fue un cohete de tres carreras con el bate de Martínez que rompió un empate 5-5 en la parte superior de la quinta.

Kike Hernández, parte de los Dodgers que ganaron la Serie Mundial el año pasado, tuvo una noche monstruosa, acertando 5 de 6 con un cuadrangular y tres dobles. Sus cuatro extrabases empataron el récord en un juego de postemporada. Es la quinta vez que se logra una hazaña en la historia de los playoffs.

Respaldados por su aluvión de bateo, los Red Sox mejoraron enormemente el ambiente para su vuelo de regreso a Boston.

En la Serie Divisional con el formato actual 2-2-1, los equipos que han dividido los dos primeros juegos en el estadio local de su oponente, antes de regresar a casa para el Juego 3, han ganado la serie 23 de 36 veces (64%). Esto excluye 2020, cuando la Serie Divisional se jugó en sitios neutrales.

La presencia de Martínez en la alineación de Boston hace una gran diferencia, y no perdió tiempo en probar por qué, sumando cuatro hits.