Publicación: lunes 31 de octubre de 2022

Héctor Cantú

La defensa del Toluca no estuvo a la altura de una final

Los Diablos no pudieron meter las manos en 180 minutos de juego

El Club Pachuca se convirtió en el nuevo monarca de la Liga MX luego de haber dado cuenta de un Toluca indefenso que tuvo muy pocos argumentos defensivos para competir ante uno de los equipos más regulares del campeonato regular mexicano.

El marcador global de 8-3, uno de los más abultados en la historia del futbol mexicano en una final, refleja los errores del equipo de Ignacio Ambriz, que volvió a ser ese equipo gitano en el peor momento del campeonato.

Pachuca se despachó con la cuchara grande sin encontrar resistencia del equipo rival. Superó los 30 tiros al arco rival, una cifra que refleja la poca eficiencia de la primera línea escarlata.

Incluso, en el partido de vuelta, Toluca había encontrado el gol antes de los 20 minutos, una ventana que, de haberse repetido sin recibir anotación en contra, le hubiera permitido mantener vivas las aspiraciones de lograr una remontada histórica.

Pero las desatenciones, luego de un penal atajado por el arquero Volpi, permitieron que los visitantes no aprovecharan el envión anímico y sucumbieran con las variantes ofensivas de Guillermo Almada y sus pupilos.

La final terminó por definirse en los primeros 45 minutos. Toluca no estuvo a la altura de las circunstancias y mucho menos logró ser un equipo que opusiera una resistencia real a los Tuzos que salieron, desde el primer minuto, a sacarse la espina del torneo pasado.

Pachuca logró así su séptimo campeonato en su historia y rompió una racha de seis años sin títulos en el futbol mexicano.

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