Era momento de levantar la cabeza. Chivas tenía la oportunidad de reivindicarse, de olvidar el pasado y de comenzar a pensar en la reclasificación. Lo logró, con ese 2-0 sobre Toluca que fue contundente.

El 'Rebaño' se vio como otro equipo, nada que ver con ese conjunto que pasó un mes sin ganar. Al parecer el trabajo de Marcelo Michel Leaño al frente comenzó a funcionar, o por lo menos se vio en el resultado.

Lo prioritario era anotar, pues el gol y Guadalajara parecían no encontrarse. Y así llegó el primero por parte de César Huerta, ante unos Diablos que sufrieron lesiones importantes.

Lo lamentable de dichas lesiones, de Rodrigo Salinas y del portero Luis García, fue que sucedieron apenas en la primera mitad, por lo que el esquema de los Diabos se rompió por completo.

El segundo llegó por conducto de Rolando Cisneros, prácticamente en tiempo de compensación y que fue además, el bálsamo que necesitaba Chivas para por fin tener una semana tranquila.