La Liga decidió que la última jornada se dispute a lo largo de tres días, en dos de ellos no habrá nada en juego y el sábado se roba los reflectores porque será el cierre de la carrera por Europa en la que están involucrados Celta, Rayo Vallecano y Osasuna, sin embargo, uno se quedará en la orilla.

Celta anhela su regreso a competencias internacionales después de 10 temporadas, de los tres clubes que están en la batalla es el que más cerca tiene la clasificación, es séptimo lugar de la tabla y con una victoria ante Getafe sellará su boleto a la Europa League.

Rayo se juega todo ante Mallorca, será como local y también necesita los tres puntos para no depender de nadie y volver a Europa después de una ausencia de 24 años. La última ocasión que participó fue en la Copa UEFA de 2001 y Vallecas se ilusiona, aunque se trate de la Conference League.

Osasuna es el conjunto más experimentado a nivel europeo con cuatro participaciones y el que más complicado tiene de llegar a torneos internacionales porque debe derrotar a Alavés y esperar que Rayo Vallecano o Celta no ganen, pero nadie le puede quitar la esperanza de subirse al tren europeo.