El Barcelona de Ronald Koeman volvió a poner La Liga al rojo vivo, luego de derrotar al Getafe en casa con un apurado 5-2 que lo deja a cinco puntos del líder, Atlético de Madrid, con un partido menos.

De nueva cuenta, Lionel Messi se convirtió en el líder del equipo Blaugrana al marcar un doblete que lo mantiene como líder absoluto en la clasificación por el Pichichi.

El Getafe resultó en un equipo complicado que sufrió por dos errores puntuales que lo llevaron a perder unidades que son vitales para no descender.

El Barcelona se puso arriba en el tanteador muy rápido con un golazo de Leo Messi, quien se enfiló hacia el arco rival, aguantó un empujón y disparó con potencia para mandar la pelota al fondo de las redes y adelantar, así, a los culés.

Pero la felicidad duró muy poco. A los 4 minutos después llegó un autogol accidental de Lenglet para poner el 1-1 momentáneo en las pantallas del Camp Nou.

Los culés mantuvieron la posesión de la pelota y con ello el control del partido durante la primera mitad. Un error descomunal de comunicación entre Sofian Chakla y su portero David Soria del Getafe, cuando el defensa regresó la pelota, culminó en un autogol absurdo para que el Barcelona volviera a recuperar la ventaja.

El golpe resultó un verdadero  nocaut en lo anímico para los visitantes. Cinco minutos después llegó otro error de la zaga a la hora de intentar despejar el balón con la cabeza, que terminó convirtiéndose en un pase para que Messi, de volea, rematara al arco. Soria atajó perfectamente, pero la pelota le cayó de nueva cuenta al capitán para que la mandar al fondo de las redes.

Las complicaciones para el Barcelona llegaron en la recta final del partido. Araujo llegó tarde a la cobertura  de una pelota y terminó pisando a Enes Ünal, para que el árbitro, con ayuda del VAR, decretara el penal que terminó convirtiendo el propio delantero .

El central del Barcelona se sacó la espina de su falta al marcar con la cabeza el cuarto gol que dio tranquilidad al Barcelona en el momento en el que el Getafe se enfilaba hacia la consecución del empate.

En el agregado, una falta dentro del área llevó al central a marcar un penal a favor del Barcelona. Messi decidió ceder el cobro a Antoine Griezmann, quien lo ejecutó de manera magistral para lograr el 5-2 final.

De esta manera, el Barcelona sigue dependiendo de ganar todos los partidos restantes para lograr el título de Liga en una temporada que ha tenido un cierre trepidante y no apto para cardiacos.