Por Héctor Cantú
Con nueva figura en el banquillo la Mannschaft logró una valiosa victoria
Luego del batacazo que significó caer con Japón en su último partido amistoso, Alemania encontró un tanque de oxígeno con su victoria sobre Francia, también en duelo no oficial.
La llegada de un histórico al banquillo como Rudi Völler, significó un recambio anímico en una plantilla lastimada por los malos resultados obtenidos bajo el mandato de Hansi Flick.
La versión de Francia no fue la mejor y tampoco estuvo cerca de aquella que lo llevó a disputar la final de la Copa del Mundo en Catar 2023.
Thomas Müller fue el encargado de abrir el tanteador con un remate dentro del área con potencia que no pudo detener el guardameta galo.
A partir de ese momento, Alemania, deseoso de terminar el duelo con la mano en alto, reacomodó las piezas sobre el terreno de juego y mantuvo el orden ofensivo y la contención defensiva a un equipo donde el más extrañado fue Kylian Mbappé.
Los momentos más emocionantes del partido llegaron en los minutos finales del partido. Leroy Sané se convirtió en héroe y villano al marcar el segundo tanto y cometer la falta dentro del área que llevó a Francia a recortar distancias.
Primero logró el gol con un remate de fuera del área que colocó fuera del alcance de Maignan. Y cuando todo el Signal Iduna Park celebraba la victoria virtual llegó el error.
El propio Sané derribó a Eduardo Camavinga dentro del área para decretar el penalti que fue perfectamente ejecutado por Antoine Griezmann para poner cifras definitivas al encuentro.
Los siguientes duelos amistosos de Alemania será ante representantes de la CONCACAF. Primero jugará ante Estados Unidos y después ante México, dos partidos donde podría haber una nueva figura en el banquillo teutón.