Por Héctor Cantú
México goleó, pero no todos los futbolistas tuvieron un partido redondo
El proceso de Jaime Lozano al frente de la Selección Mexicana ha comenzado con el pie derecho luego de golear a Honduras 4-0 en su presentación en la Copa Oro.
Si bien, el rival no es un sinodal adecuado para analizar los avances del equipo mexicano, se ve un cambio de actitud en la misma selección que días atrás fue vapuleada en la Nations League por Estados Unidos.
El intercambio de confianza parecería ser la llave para este ‘resurgir’ mágico que ahora, tendrá otros dos compromisos ‘llevaderos’ antes de realmente poder entrar a una evaluación más seria en la fase de eliminación directa en el torneo de la CONCACAF.
A pesar de que México goleó y varios jugadores obtuvieron notas altas, aún hubo futbolistas que no terminaron por dar su mejor partido y que, incluso, fueron abucheados por la afición tricolor.
El primero de ellos fue Jorge Sánchez. De lo visto ante Honduras, fue de lo más endeble del equipo mexicano. Si bien los recorridos y la velocidad fueron acertados, la toma de decisiones no fue la mejor. El futbolista del Ajax solo ganó 5 de los 9 duelos que tuvo con algún rival sobre el terreno de juego y apenas completó el 84 por ciento de sus pases, de los cuales solo uno fue de precisión y peligro.
Edson Álvarez fue otro de los futbolistas que tuvo réditos bajos. Colocado como defensa central ante la ausencia de César Montes, el exjugador del América, perdió 3 veces la pelota, una de ellas casi le cuesta un gol a México y apenas tocó 59 veces la pelota. No bloqueó ningún disparo y tampoco recuperó una sola pelota dentro del área, una cifra extraña para un jugador que suele ser más acertado en este rubro.
Finalmente, el otro futbolista que quedó por debajo de la labor realizada por sus comopañeros fue Uriel Antuna, quien, a pesar de soltar más rápido la pelota a un compañero, aún sigue pisando zonas de la cancha donde no se desenvuelve de la mejor manera. Acostumbrado a encarar a los rivales, esta vez solo lo intentó en una ocasión y falló. Tocó solamente 34 veces la pelota y perdió 9 balones, la cifra más alta de los 11 jugadores que envió Jaime Lozano a la cancha.
No se echan las campanas al vuelo. Es precipitado hacer una evaluación en conjunto de este equipo que tiene como objetivo enterrar el gris recuerdo de la Nations League.