Por Héctor Cantú
Desean un castigo severo, pero no la desaparición del club
La gran mayoría de las voces son inmisericordes contra Gallos Blancos de Querétaro al exigir su desafiliación del futbol mexicano luego de los lamentables sucesos de violencia que se vivieron en el estadio La Corregidora el sábado pasado.
Aunque el presidente de la Liga MX, Mikel Arriola confirmó que la máxima sanción para el club es viable, pidió esperar a que la Comisión Disciplinaria tomara las medidas de castigo necesarias después de hacer las investigaciones correspondientes.
Sin embargo, también hay otras voces que se decantan por no desafiliar al equipo emplumado entendiendo que esta decisión llevaría a pagar a justos por pecadores. Es decir, que miles de aficionados que han mostrado un comportamiento adecuado en otros partidos, terminarían pagando las consecuencias de unos cuantos rijosos a quienes debería caerles todo el peso de la ley.
El propio Gobernador del Estado, Mauricio Kuri, ha externado su deseo por que el estado al que representa, siga teniendo un equipo en la Primera División.
“Querétaro tiene una buena afición, ojalá que no paguemos justos por pecadores, porque esto que sucedió nos dolió a todos y espero de corazón que no se queden con esta idea de Querétaro y de la afición de Querétaro”, detalló.
Otras voces también apuntan a que el desafiliar a todo el equipo implicaría terminar con las divisiones inferiores y el representativo femenino, además de que miles de trabajadores ligados a la institución se quedarían sin trabajo.
Se espera que en las próximas horas la Comisión Disciplinaria confirme la sanción a la que se hará acreedor al equipo queretano, a su directiva y al estadio La Corregidora.