Hace algunos meses, Roman Reigns anunció que dejaba por un tiempo los cuadriláteros debido a que tenía que enfrentarse a un viejo enemigo que volvió: la leucemia.Reigns venció a la enfermedad y su regreso a la WWE fue en grande, el Universo le dio una gran recepción y todo había transcurrido normal hasta antes de que la emergencia ocasionada por la pandemia del coronavirus COVID-19. El 'Gran Perro' estaba programado para enfrentarse en Wrestlemania 36 al veterano campeón universal de WWE, Goldberg, sin embargo, prefirió declinar, pues el haber padecido algún tipo de cáncer lo convierte en un paciente de riesgo y evitó hacer el viaje al Performance Center de Orlando.La propia empresa le dio vía libre a las superestrellas en las semanas previas, para decidir si tomaban parte o no en el magno evento que se celebrará los próximo 4 y 5 de abril.