En Necaxa se ha convertido en una costumbre el ver partir a los ídolos año tras año. Para el seguidor de los Rayos, ahora, es obligado no ilusionarse con ningún futbolista con modelo de ídolo.El negocio del equipo de Aguascalientes es asentar jugadores, colocarlos en la élite y después venderlo a los equipos de ‘billete’ en un precio mucho más elevado. Así sucedió con Puch, Barovero, Lichnovsky, Alvarado y más recientemente, Mauro Quiroga.El ‘Comandante’ ha dejado a los Rayos para enrolarse con el equipo de Atlético San Luis después de haber marcado 18 goles en 32 partidos disputados con los de Aguascalientes.Ese olfato lo llevó a ganar el título de goleo compartido en el Apertura 2019 y lo colocó como una insignia de un equipo modesto, pero altamente competitivo bajo la voz de Guillermo Vázquez.Video | El futbol mexicano no está listo para regresar Es cierto, el negocio ha sido redondo para Necaxa, que en esta transacción ha tenido una ganancia cercana a los 3.5 millones de dólares.Sin embargo, la partida de Mauro vuelve a dejar a la afición sin un referente; sin ese elemento de cohesión que inspiraba a asistir al estadio a ver al equipo y a acompañarlo cuando la visita era obligada a otras latitudes.Al Necaxa le ha costado trabajo forjar un arraigo en Aguascalientes, una tierra donde el futbol es lo menos importante de lo importante. Sin figuras ni ídolos, el escenario luce mucho más complicado.Se ha marchado Quiroga y con él, se marca una nueva etapa en el Necaxa. Los Rayos buscan un nuevo ídolo.