Se han cumplido dos décadas de la primera edición del mundial de clubes y de aquella gesta histórica que escribió un modesto, el equipo mexicano que puso de rodillas a dos gigantes del futbol europeo en territorio brasileño.Necaxa llegó a este torneo luego de haberse proclamado campeón de la Copa de Campeones de la CONCACAF en el 2019. En aquel certamen, los Rayos dieron cuenta en la final del Alajuelense en la Ciudad de Las Vegas por marcador de 2-1.Poco se sabía a nivel internacional del equipo de los Rayos, uno de los ocho clubes participantes del primer ‘Mundialito’, evento protagonizado por Corinthians, Vasco da Gama, Manchester United (campeón de la UEFA) y el Real Madrid que participó a invitación expresa de la FIFA.Video | Necaxa y un nuevo torneo en puerta Los pronósticos daban por eliminado al equipo de la capital sin pena ni gloria. Sobre todo porque en su grupo tendría que pelear, palmo a palmo con el Vasco da Gama, el Manchester United y el South Melbourne.Sin embargo, el club rojiblanco se convertiría en la gran sorpresa y el equipo revelación luego de clasificarse a la fase eliminatoria en segundo lugar con cuatro unidades, producto de una derrota, una victoria y un empate, justamente ante el Manchester United.Fundamental resultó esa paridad en su primer encuentro. La moral del equipo que había puesto en la lona al campeón de Europa con un gol de Christian Montecinos se vino arriba. El Melbourne fue su trampolín y el Vasco da Gama su verdugo con complicaciones en la fase de grupos.De esta manera rompió los primeros pronósticos que colocaban a los Red Devils en la segunda instancia. El club inglés, con Beckham entre sus filas y quien por cierto fue expulsado en el primer cotejo, se regresó con las manos vacías.Video | Revive el último partido del Necaxa en la Liga MX Pero la prueba de fuego del Necaxa llegaría en el partido por el tercer lugar en el que se enfrentaron al Real Madrid, segundo clasificado del grupo A, dejando la decisión por el título al choque entre clubes brasileños.Los merengues se pusieron arriba con un tanto de Raúl en el primer tercio del primer tiempo. Hasta ese momento, la lógica se mantenía a favor del más poderoso: del equipo español.Entonces llegó el espíritu inquebrantable de un equipo que, además de futbol, tenía como características principales la garra y la unidad. Eran una familia.Delgado empató al minuto 58 el cotejo y Necaxa no se daría por vencido. La decisión del tercer lugar se determinaría en los tiros penales.El Madrid se puso arriba con goles de Eto´o y Helguera. Por Necaxa había marcado Vázquez y fallado Cabrera. De nueva cuenta los Rayos estaban contra la pared y en la misma encrucijada: darle la vuelta al marcador.Así llegó el fallo de McManaman, el gol de Morientes y el yerro de Dorado. Necaxa hilaría tres goles en la autoría de Luis Pérez, Alex Aguinaga y Agustín Delgado para dejar al real Madrid como el cuarto clasificado.Aquella fue la última gran hazaña del Necaxa de la Ciudad de México. Tres años después se mudaría a Aguascalientes, sede donde actualmente reside y donde ha deambulado entre la división de Ascenso y el máximo circuito.De esas glorias de antaño solo queda el recuerdo. Aquel donde el Necaxa, le arrebató el bronce al Real Madrid.